Cuando ves a gente cercana, gente a la que realmente aprecias que pasan por un mal momento, ¿qué sientes?
Creo que he visto de todo:
- Unos se sienten mejor porque se le llena la autoestima (yo estoy mejor que ellos, olé) y van de: “yo tengo la cura para tí”. Puro ego, vamos.
- Otros empatizan, que se ponen en la piel del otro, pero no saben qué aportar. No saben cómo motivar, o impulsar.
- Algunos sienten la universalidad y sienten el dolor de los demás. Reflexionando en cómo pueden ayudarles.
- Otros sienten simplemente indiferencia. “Ya tengo bastante con lo mío como para preocuparme por los demás”.
Como te he dicho he visto de todo.
Pero, ¿en qué punto te encuentras tú? ¿Cuál es la consecución de objetivos que deberíamos trabajar, para en primer lugar sentirnos mejor con nosotros mismos, y en segundo, poder echar un cable al resto?.
Vamos a empezar:
Lista de contenido
Amor propio
¿Podríamos amar a los demás si no nos amamos a nosotros mismos? No. Y, ¿cómo amarnos más a nosotros mismos?.
Aceptándonos tal cual somos en primer lugar. Mírate en el espejo cada mañana. Mírate a los ojos y repite: Soy “nombre”. Soy amable, soy fuego, soy pasión, soy entendimiento, soy alegría, soy trabajador, soy felicidad, soy fuerte, soy, soy, soy, soy, SOY “nombre”. Elige las palabras que vayan contigo. Sabes que eres simplemente perfect@ tal cual eres. No hay nadie que te pueda hacer creer lo contrario. Expresa esa liberación, mírate en el espejo y asúmelo. Te lo repito: ERES PERFECTO tal cual eres. Si no lo ves claro, tienes que seguir cada mañana haciéndolo.
Por desgracia, nos han metido muchos complejos en la cabeza, muchas comparaciones, muchas redes sociales mostrando lo maravillosa que es la vida de los demás y mientras tanto…yo aquí, sin encontrar mi sitio. Pero si todos son felices, porqué no puedo ser yo así. Es todo “bullshit”. No hagas caso de todo ese ruido que entra por todos lados. Si no te sientes bien, elimina las redes sociales, desconecta del mundo, y reconecta contigo mism@. Muéstrate al mundo tal cual eres, lo que digan y piensen los demás…no importa.
Lee libros, muchos libros, pero que sean buenos
Que te den un empujón y te hagan ver puntos de vista diferentes. A mí personalmente me gusta el libro de los “Eneagramas de Borja Vilaseca“. Es una forma interesante de conocernos mejor y de conocer a las demás personas. Entender que somos como somos ,por nuestro pasado, y por todas las heridas que hemos almacenado desde antes incluso de nacer. La solución pasa por conocernos mejor y entender el porqué reaccionamos o sentimos lo que sentimos.
También te recomiendo “Los 4 acuerdos”. Un libro muy sencillo de leer que te da grandes mensajes. En este en concreto habla de 4 acuerdos que debes hacer contigo mismo si quieres encontrar el balance interior. No te los desvelo, mejor léetelo. Prueba a levantarte pronto, entre 5-6 de la mañana. Y dedica una hora a reflexionar, meditar y leer libros que te ayuden a ver las cosas de una forma diferente. ¿Que cuesta levantarse más pronto? Sí, y mucho. Pero que en esas acciones que te llevan a la renuncia es donde encontraras cosas nuevas, también.
No busques fuera lo que tienes que encontrar dentro
Este finde de semana he conocido a mucha gente interesante. Gente que busca, que reflexiona, que experimenta. Tras un taller maravilloso de Zarina en la Casa de La Piedra 7, al que no pude asistir, pero que sí ví, ella repartió un regalo a cada participante. Como estaba por ahí también me dió uno a mí. El regalo era un papel que llevaba escrito: “Aprecia el silencio”. Tengo este concepto muy a la orden del día. Meditar cada día me ayuda mucho. Conectar con uno mismo. Desaparecer por unos instantes, minutos, horas o días, en soledad. En silencio. Es importante aprender a estar con uno mismo. No siempre mirando hacia fuera. Hay demasiado ruido ahí fuera. Y en el ruido hay poco que encontrar. Trabaja el silencio. No llega solo. Acción. Busca ese momento en cualquier lugar. Si estás esperando al autobús, deja el móvil. Simplemente estáte ahí, quiet@.
La acción de la no acción
Mi experiencia me dice que en la acción de la no acción está la solución. Repito. Mí experiencia, que no tiene porque ser la tuya. En el yoga le llaman actuar sin esperar nada a cambio. También le podemos llamar amor. Le podemos llamar perfección. Cuando realizamos acciones con nuestras manos, pies, cuello, etc, es decir con los órganos de la acción, y controlamos con la mente los órganos del conocimiento, sin desear frutos de las acciones y sin egoísmo, esa acción es más valiosa que cualquier otra acción basada en la hipocresía. (Swami Sivananda). En el ego. No es mejor el que más horas medita. No es mejor el que más acciones lleva a cabo. Lo que cuenta es la calidad de las acciones. En que realmente nazcan desde la No acción. Desde el lugar en el que no se pretende obtener un resultado.
Dicho esto, es un ejercicio que requiere tiempo. Se llama Karma Yoga. El conocimiento de las escrituras universales del yoga enseñan grandes cosas y ayudan a ir comprendiendo la zona sutil del ser humano. ¿Hay otras sendas? Sí. A mí me gusta esta. Conecto con ella y mi trabajo va hacia profundizar en ellas, poco a poco, paso a paso.
Visión de un surfista
Yo soy surfista. Me gusta el océano. He vivido los últimos años de mi vida muy conectado a él. Viviendo de él y con él. Cuando estoy en el agua y cojo ola tras otra estoy conectado. ¿Pero esta conexión, no es más que una distracción?Surfeo, gasto energía, hago deporte, libero mi mente. Cuando has cogido una ola y todo ha salido “bien”, la sensación es placentera.
Ese placer nos engancha. Hay mucho trabajo detrás, muchas horas y mucho esfuerzo para lograr ejecutar bien una maniobra. El surfista vive enganchado a esa sensación de conexión con el océano, pero sobre todo a ese momento de, “sí, lo he conseguido, por fin me ha salido”. Pero después las cosas no salen bien, y ese placer se convierte en frustración. Y volvemos de nuevo. Tenemos la necesidad de volver a deslizar, porque ahí somos uno con la naturaleza. Volvemos a dejar de sentir los problemas, el estrés y volvemos a conectar. Pero si el día no ha sido bueno, de nuevo frustración. Si ha salido bien alegría. Si ha salido mal más frustración. Y una y otra vez.
Como surfista he pasado por todo esto. Llevo pasando por esto durante mucho tiempo. Esa adicción. “Mañana habrán olas increíbles”.Y toda la noche nervioso y sin dormir bien. Y llega de nuevo el día. Y entramos al agua. Ola tras ola. ¿Salió bien? Feliz. ¿Salió mal? Frustración. Ambas te generan la adicción de querer volver, porque quieres sentir el placer de sentir el océano y que progresas en él.
Y pasas por épocas en las que todo fluye, y otras en las que no. Y otras en las que ni el mar te limpia lo que llevas dentro. Y me pregunto. ¿Qué es esto que sentimos como surfistas, de dónde viene? ¿Es una evasión de todo lo que nos engancha? ¿Es la satisfacción de progresar?.
El desapego
En mi caso tuve que desapegarme de ello también. Empezar a indagar dentro de mí y no buscar fuera. Porque al final el surf también era buscar fuera. No todo pasa por surfear. Y decidí empezar a no pensar tanto en el surf. Empecé a buscar dentro. Si hay olas bien, si no también bien. Me centré en leer, estudiar, escribir y reflexionar. A desapegarme en la medida de lo posible. Poco a poco.
Y de repente, mi surf mejoró. Surfeaba sin tanta presión propia. Quería disfrutar de ello y ya no era una vía de escape. Era un complemento a mi vida, algo que me hace sentirme realmente bien tanto por dentro como por fuera. Pero la frustración se empezó a disipar. Ya nada era como antes. Entendí que nada de lo que está fuera de mí puede darme paz y equilibrio. Si crees esto te equivocas. Todo nace de dentro. Todo está dentro. ¿Y cómo llegas a conectar con eso que llevas dentro? El conocimiento del yoga ha sido mi herramienta.
¿Cuál será la tuya?
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Cuantos más despertemos, mejor será el planeta.
Gran reflexión Tono. Me gusta lo que expones y como lo haces. Yo, al igual que tú, también vivo enganchado al mar, sea en el formato que sea, pero tengo la necesidad de tenerlo cerca. Soy kitesufista y me dedico a la nautica, lo cuál me hace estar muy agradecido de poder dedicarme a lo que me gusta, pero es cierto que hay un cierto apego al mar. Creo que entre las épocas más duras que recuerdo es cuando me fui a vivir a Londres. Para mi el mar es vida, es ilusión, es fuerza, me hace brillar y vibrar. No obstante, nada es para siempre, y quizá un día decida retirarme a la montaña, será? Supongo que al final todo pasa por mantener la conciencia bien atenta y como dices ser más ecuánime ante lo que tanto te gusta para así disfrutarlo más plenamente en la presencia. Te leo. Un abrazo bro
Hola Cristian,
¿Dónde terminarán nuestras vidas amigo? Sea donde sea, haremos por estar en equilibrio.
Dolerá más o menos, pero llegaremos.
Gracias por compartir
Por cierto para mí, mi manera para conectar con mi interior es muy similar a la tuya. La gran mañana, esforzarse por levante para tener esas primeras horas del día para dedicártelas para ti, se han convertido en algo esencial: Yoga, meditación, respiraciones de activación, escribir, leer, cada día lo aplico, aunque si algún día me lo salto tampoco me torturo por ello 😉 A fin de cuentas hay que vivir, asi que hagamoslo lo mejor que sabemos. Sigue, no te detengas amigo!
Que bien sienta la motivación. GRACIAS
Me ha encantado leerte! Es curioso porque sea por surf, por otros deportes, por trabajo… El camino hacia el desapego es igual y genera el mismo resultado cuando se consigue.
A los libros que has puesto añadiría el de “Dejar ir”, muy relacionado con esto último y que realmente me ha ayudado mucho 🙌
Hola Mamen.
Eso es. También siento como tú esa transmutabilidad del desapego a cualquier ámbito.
PD:Me apunto el libro para la próxima lectura.
Gracias por compartir tus comentarios, así se crece.